viernes, 28 de agosto de 2015

16/06

Con un murmullo en
p-e-d-a-z-o-s
me llamó
a las cinco y media,
pero yo jamás
desperté
del sueño ese
en el que
nosotros no éramos
más dos extraños

él nacía de mi vientre.
no pensé jamás en pañales
ni en tarjetas de crédito
para darle de comer
solo mantenía
la idea infinita
de que yo era él
de que él era yo
pero, al mismo tiempo,
no lo era

mis inquietudes
lo acompañaron
su vida entera:
existía solamente yo
en mí misma
o él era parte
de esta existencia
finita e inconstante

¿por qué habría querido yo
volverme inmortal en la extensión
de mi ser
a través de él?

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