jueves, 8 de junio de 2017

veintiunoveintisiete

Ahora tengo 21
Y tú 27
Te regalo mis historias
Y tú tus silencios
Como siempre
Pero distinto
Porque ninguno de los dos
Se mantuvo en el marco
Flotamos como dos
Dos palabras
Y desaparecimos
Cuando dejaron de pronunciarnos
Ese ojo que jamás nos vio
Sigue callado
Esperando salir y vernos
Hablando cerca
Sentados en el parque
Contigo mirándome
Y yo pensando en algo más
La ciudad ya no tiene
Nuestros rastros
La casa ya no tiene
Nuestros rastros
El parque ya no tiene
Nuestros rastros
Pero igual estamos
Tecleando
Porque el laberinto
Ha llegado a su fin
Nuestros caminos
Se han mezclado distintos
Y aquí estamos
Ahora tengo 21
Y tú 27


A T C I D A

Soy adicta a esa llamada que abraza,
que acompaña.
Soy fan de esos mensajes
que por las noches
reemplazan una buena sobremesa
de familia.
Soy gentil
con aquello que es sincero,
con esa mirada
que se mantiene firme
y da un poco de verdad.
Soy cómplice
de las conversas
más íntimas,
que desgarran y sanan.
Soy amante del chat
poético improvisado,
de los apodos tiernos,
de los neologismos nuestros.

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