Tengo los pies descalzos, medio pan guardado en mi pecho.
Las mañanas son todas iguales.
Las noches son siempre como yo.
Y me pregunto cuándo vendrán por mí...
ellos, los que con medio pan en el pecho
me llaman pueblo
y vociferan en mi nombre.
Las mañanas son todas iguales.
Las noches son siempre como yo.
Y me pregunto cuándo vendrán por mí...
ellos, los que con medio pan en el pecho
me llaman pueblo
y vociferan en mi nombre.
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