miércoles, 15 de febrero de 2017

Nuestro mundo

Un fuego lento se clava en mi garganta
mientras las miradas
confiesan
una a una
el vacío de estómago 
de cada uno.

Un viento helado
me quiebra
poco a poco
mientras mi mente
comprende
que siempre ocurrió
a
nuestras
espaldas

o delante
de nosotros

o en todos lados


Su mirada
se pierde
en el bosque.

Su nombre 
se destroza

Su nombre
ya no me dice nada

Sus abrazos
me dan náuseas


Quiero ser el ave
que por la ventana
rondea
nuestra mesa

Quiero ser ese ave.
Quiero irme lejos
De este nicho.
Quiero llevarme a mi madre
A un lugar
Donde vivamos tranquilas
Y comamos todo el día

Quiero poder protegerla
como cuando ella de niña
lo hacía

Quiero volver a creer 
en el mundo
que un día
creí puro y eterno

He llegado
a un punto más
de no retorno

Y me estoy ahogando
un poco
Pero el abrazo
impuro
entre mi madre y yo
Crece a pesar 
de tanta mierda


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