viernes, 25 de noviembre de 2016

Todos

No importa la hora.
Caminamos lentamente, rápidamente,
endemoniadamente
Y mi mente no se queda tranquila
si logras descubrir mi rostro
Porque luego
FUI YO,
fui yo a las tres de la tarde,
por la bajada cruzando el parque
FUI YO
quien preguntó nerviosa
Todo puede ser
en las bocas, en los corazones
(hasta en el mío)

FUISTE TÚ PUES
nadie te dijo
que podías hacerlo
sino que todo el tiempo
la advertencia
iluminaba tus zapatos

La conciencia
parece caerse a pedazos
cuando me doy cuenta que
FUIMOS TODOS




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