Pensar que me cantaste.
Pensar que tus ojos
cómplices
llenaban los míos de infinitos,
infinitos momentos con
colores extravagantes, casi inexistentes,
en este espacio
acústico,
en esta caverna, que ahora es nuestra.
Y no me atrevo a salir,
a vivir.
¿Qué hay más allá de tu voz amándome?
No quiero saberlo.
No quiero saberlo.
El infinito placebo de tu voz,
solo eso quiero.
Solo a ti te quiero.
Pensar que tus ojos
cómplices
llenaban los míos de infinitos,
infinitos momentos con
colores extravagantes, casi inexistentes,
en este espacio
acústico,
en esta caverna, que ahora es nuestra.
Y no me atrevo a salir,
a vivir.
¿Qué hay más allá de tu voz amándome?
No quiero saberlo.
No quiero saberlo.
El infinito placebo de tu voz,
solo eso quiero.
Solo a ti te quiero.
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